jueves, 25 de febrero de 2010

Al cielo con ella!


Queridos amigos.
Desde mi espacio, quiero hacer un pequeño homenaje, al abuelo de mi gran amigo Sacerdote José Antonio Gallego Gordillo.
Se trata de D. Ricardo Gordillo Díaz, más conocido como “el balilla”.
Antonio Burgos, escribió un articulo llamado TRANVIAS POR LA AVENIDA , en lo que nos relata una bella historia que posiblemente muchos "vuelcapasos", "hermanos costaleros profesionales" o segundos practicante de la "martillitis" ( la muerte - figurada - de un capataz recibe - en sentido figurado- la fraternal puñalada en Cristo por la espalda a la salida de la comida de hermandad ), ignoraran .-
La historia es la siguiente , extraida de dicho articulo :
".......los cables del tranvía que perdimos! Sin los que, de momento, no hubiera existido «Al cielo con Ella» en la voz de los capataces. Existe gracias a los cables del tranvía de Almirante Apodaca, donde está la Hemeroteca. El Balilla, aquel costalero histórico, me lo contó cuando estaba como todos los días vendiendo lotería en el patio de operaciones del Banco Bilbao de la Plaza Nueva.
Viernes Santo por la mañana. El palio de Los Gitanos, como el tranvía de Nervión, el 25, va por Almirante Apodaca. Lo manda el capataz Salvador Dorado. El Gordo Penitente. El cargador del muelle, miliciano de Triana y oficial del Ejército Popular que evitó que los rojos (sí, he puesto los rojos, ¿pasa algo?) quemaran al Cachorro en el 36, por lo que terminada la guerra no lo fusilaron los nacionales. Está el palio parado en los Juzgados. «Venga ya esa levantá», dice el fiscal. Y El Gordo, tras mirar a los cables del tranvía, para animar a su gente, antes del golpe de martillo grita:
-¡A los cables con Ella!
Al Balilla, que va de patero y es el poeta de guardia que Sevilla siempre reserva para estos casos, los cables del tranvía le parecen demasiado prosaicos para la Virgen de las Angustias. Y, voz de alpargata y sudor tras el faldón, corrige al Penitente:
-¡No, a los cables, no! ¡Al cielo con Ella!"
Esta bella historia la inmortalizaron , a iniciativa de la cuadrillas de hermanos costaleros del palio de los Gitanos en 1996 en un azulejo que está en la calle Almirante Apodaca nº 15 , ( como seguramente se habrá quedado igual, esta en una casa al lado del Tremendo )
A Ricardo Gordillo Díaz, el apodo de Balilla le venia .al ser movilizado durante la Guerra Civil . al ser llamados así los bajos de talla.

Esta bella historia tiene una segunda parte , pues el mítico capataz Alfonso Borrero Pavón , después uso esta frase del Balilla, como grito de llamada de los costaleros del palio macareno y también, este grito esta cincelado en la base del llamador del palio de la Esperanza Macarena , que representa al Arcángel San Miguel dando muerte al dragón.


Espero que te guste amigo José Antonio...